Para mis apreciados amigos

Hace unas semanas estuve con Carlos en Vejer, fuimos a volar, y al terminar nos acercamos al bar del molino a tomar una cerveza, cual es nuestra sorpresa, han cambiado de dueño, han habilitado un restaurante con similar decoración, la vista es maravillosa, comentamos con el camarero el asunto y tiene muy buena pinta.
Todo esto queda archivado hasta que llegue un día, y ese día llegó, tras ver que ir a volar estaba un poco difícil por las lluvias, Aurora y yo decidimos salir hasta Vejer y comer en el restaurante del molino.

Nada más llegar a la zona de parking, veo que está lleno, de casualidad consigo aparcar, entramos, buscamos una bonita mesa, la vista ..., ya lo dije antes, para ayudar, unos buitres haciendo ladera, de momento no nos atienden, así que me levanto y busco al camarero, me indica que sin problema que podemos comer, nos pone el mantel y el servicio junto con dos cervecitas que pedimos de paso.

Cojo una carta para lo de siempre, joder, esto parece una corrida de toros, que precios, pero... bueno, al fin y al cabo en primera linea con esa vista, esto impresiona y si no te gusta el precio de la entrada, tambien están las filas de atrás.

Pedimos de entrante: " croquetas con pasta líquida ", hummm, ya veremos, de plato, Aurora pidió cola de toro y yo porque ya tenía moscas tras la oreja, os recuerdo que estaba en primera linea, tiro en plan conservador, solomillo al no se qué con no se cuanto, y a la contestación del camarero, respondo, ya me conoceis, muy poco hecho, pero poco.

Bien, media horita de espera y ni unas aceitunas, tampoco las pedí, se nos acaban las cervezas, y si no busco al camarero, ni se molestan.
Al lado, que mala suerte, dos pijas, con un niño, maldito niño, grito por aquí y por allí, acabó con las manos negras, pero negras de aplastar moscas en el cristal a ostia limpia, papá, papá, he matado otra mosca, y el papá diciendo, venga sigue jugando.

Por fin llegan las croquetas, primer fiasco, ME JODE LA COMIDA DE DISEÑO, no sirve para comer, en fin, vamos a ver que tal, coño, están frías, con eso del diseño empiezo a dudar, serán así?, pruebo otra, joder, esta congelada, me cagüen los monos, llamo al camarero, mire usted, están frías y congeladas, ah, no se preocupe, las retiro, bueno, habrá sido un despiste, lo cierto es que se les debieron olvidar en la cocina porque incluso por fuera estaban frias.

Al cabo de 15 minutos, vuelve con las mismas croquetas, no puede ser, están recalentadas, y ahora las patatas que habían puesto, que eran finitas, se han secado y muchas hasta quemado.

Pedazo de soplido, cuento en voz baja hasta 457543 y nos comemos solo las croquetas.

Ahora nos traen la cola de toro, aparentemente bien, Aurora a lo suyo, y yo a lo mío, el solomillo,
¿ no dije antes que muy poco hecho, pero poco ?, pues venga, a marear al toro, el solomillo es el más seco y duro que he probado nunca y como tapa de barra de bar podría medio colar, en fin, mareao, humillao, medio corneao, me como el solomillo y dejo el resto, infame.

Aurora me dice que le ayude, que no puede más, pruebo la cola de toro, y leches, es incomestible, que burrada de grasa, era algo así como la carne en salsa que ponía nuestra abuela, donde los trozos flotan en aceite, imposible terminarla.

Con la lengua ya fuera de quejarme, ni postre ni puñetas, pido la cuenta y nos vamos.

Oooootia que cuenta, oiga que somos dos, en ese momento la corrida se acabó, tarde me dí cuenta que el toro de la corrida era yo, me torearon, cornearon, humillaron y finalmente una buena estocada.


Resumiendo, como mucho en la barra y solo cervecitas, este garito de mataores terminará cerrando.


Al principio no os conté que el camarero empezó a trabajar con un maillot de ciclista, al rato se puso un polo y listo.

Me refiero en todo momento al Bar del molino, desde donde se lanzan los parapentes.


PD.

O me estoy haciendo un viejo refunfuñón, o esto es para denunciarlo, como creo que aún no tengo edad, paso a denunciarlo y ofrecer a mis amigos mi triste parecer del día de hoy.